Descripción:
La verdadera adoración es un estilo de vida, no solo una actividad que se reserva para momentos específicos como la oración o el canto. Un adorador genuino vive cada aspecto de su existencia, desde sus pensamientos hasta sus acciones, como una entrega a Dios. Esta devoción se manifiesta en obediencia, gratitud, integridad y un esfuerzo constante por honrar a Dios en todas las áreas de la vida, no solo durante el culto.
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que lo adoren. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad. Juan 4:23-24 NTV